Juan jose Aunque en el ámbito profesional y de los grandes aficionados a la
fotografía submarina cualquier época es buena para practicar esta
especialidad, la proximidad del verano suele ser una buena excusa para
iniciarse en este mundo o mejorar nuestra técnica. Y para ello, nada
mejor que tomar buena nota de los diez consejos elaborados por Juan José
Sáez, uno de los responsables de la tienda especializada Kanau y
auténtico experto en la materia, que abordan desde el equipo necesario
hasta los detalles fotográficos a tener en cuenta al sumergirnos.
Preparar un equipo nuevo. Lo primero que hay que
hacer tras adquirir una carcasa estanca es realizar una inmersión con
ella vacía, pulsando todos sus botones y activando todas sus palancas.
Una vez verificada su estanqueidad, vía libre para introducir el equipo y
empezar a trabajar. Aunque circula por ahí la idea de que hay que
llenar la carcasa de papel higiénico al hacer la primera prueba de
estanqueidad, con esto sólo conseguiremos dejar la caja repleta de
restos de celulosa. Algo que, obviamente, no es nada aconsejable.
© Juan José Sáez

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La importancia de la luz y los flashes. Si en la
superficie la luz es el elemento esencial para la fotografía, bajo el
agua esta premisa cobra más sentido, pues debido a la absorción y
dispersión de la misma los colores se van perdiendo. Desde los tres
metros, el color rojo se torna pardo, y se pierden los naranjas y
amarillos. A partir de 15 metros, el paisaje es azul y verde. Por tanto,
la utilización de flashes externos es imprescindible para plasmar todo
el cromatismo del fondo.
Aun así, la distancia de alcance del flash también es limitada, con lo
que a la hora de la verdad sólo lo que está a menos de tres metros de
distancia (dependiendo de la visibilidad del agua) aparecerá iluminado
en la fotografía.
© Juan José Sáez

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Objetivo luminoso y sensibilidad baja. Bajo el
agua la luz escasea. Un objetivo muy luminoso es un buen punto de
partida para capturar buenas fotos, puesto que tener que subir la
sensibilidad para compensar la falta de luz generará un ruido que se
verá muy acentuado por las dominantes azules. Procuraremos trabajar
siempre con valores de 100 o 200 ISO para maximizar la calidad.
Macro. La macrofotografía es muy "agradecida" en
esta disciplina. La menor distancia con el sujeto redunda en una toma
más limpia y en colores más vivos, ya que hay menos agua de por medio y
la luz de nuestros flashes llega al motivo fotografiado sin problemas.
Además, la densidad del agua y las partículas en suspensión actúan como
un freno para la luz, con lo que nos acercaremos siempre todo lo que
podamos a la escena.
© Juan José Sáez

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Trabajar en RAW. Siempre que nuestra cámara nos
lo permita, no dudaremos en tomar las fotos en formato RAW. Bajo el
agua, las condiciones de luz cambian continuamente según ganamos
profundidad y con relación a la posición del Sol. Por otro lado, el
tiempo de inmersión es limitado, por lo que es mejor aprovechar hasta el
último segundo en componer y buscar imágenes o repetir una toma y dejar
la edición para más tarde, delante del ordenador. Disparando en este
formato las posibilidades de posproducción se multiplican.
© Juan José Sáez

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Aproximación y plano de la imagen. Para acercarse
a la mayoría de la fauna submarina hay que hacerlo muy despacio y por
debajo. Y mejor con el equipo ya encarado, pues cualquier movimiento
brusco puede hacer que el animal huya. También es importante no tapar su
vía de escape si está en una grieta y aprovechar el acercamiento para
realizar algún disparo de prueba y comprobar si los flashes están bien
colocados.
Respecto al encuadre, es mejor evitar fotografiar a los animales planos,
por arriba o desde atrás. La toma un poco más baja y angulada resaltará
el volumen y el azul del mar. Las tomas verticales de abajo arriba
darán una idea de la profundidad a la que estamos, que es uno de los
aspectos a transmitir.
© Juan José Sáez

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Los filtros correctores de color. Puesto que el
alcance de la luz bajo el agua es limitado, en ocasiones es interesante
usar filtros correctores de color (rojo anaranjado para aguas azules y
magenta para aguas verdes) con el fin de conseguir unos tonos que, de
otra manera, serían monocromos. Hay que tener en cuenta, eso sí, que el
uso de estos filtros es incompatible con el disparo simultáneo de
flashes.
© Juan José Sáez

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Mantenimiento de la carcasa. Todas las cajas
estancas llevan juntas tóricas que garantizan su sellado. El
mantenimiento es muy sencillo y consiste básicamente en asegurarse de
que la junta esté lubricada. Una pequeña cantidad de grasa de silicona -
equivalente a uno o dos granos de arroz, dependiendo del tamaño- será
más que suficiente para que la junta quede perfecta.
Esta acción debe realizarse cada dos o tres inmersiones, y antes de
cerrar la carcasa hay que verificar que en la junta tórica no hay restos
de suciedad adherida. Sacar la junta de su alojamiento para engrasarla
tampoco es una buena idea, puesto que tarde o temprano acabaría por
dilatarse, con el consiguiente riesgo de inundación del equipo.
Flotabilidad. Es fundamental tener un buen
control de la flotabilidad para conseguir quedarse estático en el
momento de fotografiar. Hay que tener en cuenta que no es nada
aconsejable apoyarse para sacar las fotos. Además de que el medio marino
es muy vulnerable y un coral que dañemos tardaría cientos de años en
recuperarse, también podemos tener problemas con animales camuflados que
pueden resultar peligrosos. Ni que decir tiene que cambiar las cosas de
sitio para mejorar la composición de la foto tampoco es procedente. Y
es que ninguna foto es más importante que el medio donde se realiza.
© Juan José Sáez

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Seguridad personal y del equipo ante todo. Todas
las carcasas disponen de algún sistema para poder asegurarlas a una de
las anillas del chaleco de buceo mediante extensores específicos o
incluso directamente a la muñeca. Estos métodos son una buena manera de
no perder el equipo debido a una corriente marina o al subir al barco
tras la inmersión.
Sin embargo, hay que tener presente que, si estamos fotografiando
animales grandes y rápidos, como tiburones o delfines, este sistema
puede ser peligroso. En estas circunstancias, el equipo debe de ir
solamente sujeto por nuestras manos, puesto que si el animal lo atrapara
por cualquier motivo y se alejara con él, tendríamos que poder soltarlo
inmediatamente. Hay que tener muy claro antes de sumergirse que nuestra
seguridad está por delante del equipo o de la mejor foto que podamos
hacer |
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