10 consejos para iniciarse (o mejorar) en fotografía submarina | |||||||
Juan jose Aunque en el ámbito profesional y de los grandes aficionados a la
fotografía submarina cualquier época es buena para practicar esta
especialidad, la proximidad del verano suele ser una buena excusa para
iniciarse en este mundo o mejorar nuestra técnica. Y para ello, nada
mejor que tomar buena nota de los diez consejos elaborados por Juan José
Sáez, uno de los responsables de la tienda especializada Kanau y
auténtico experto en la materia, que abordan desde el equipo necesario
hasta los detalles fotográficos a tener en cuenta al sumergirnos.
Preparar un equipo nuevo. Lo primero que hay que
hacer tras adquirir una carcasa estanca es realizar una inmersión con
ella vacía, pulsando todos sus botones y activando todas sus palancas.
Una vez verificada su estanqueidad, vía libre para introducir el equipo y
empezar a trabajar. Aunque circula por ahí la idea de que hay que
llenar la carcasa de papel higiénico al hacer la primera prueba de
estanqueidad, con esto sólo conseguiremos dejar la caja repleta de
restos de celulosa. Algo que, obviamente, no es nada aconsejable.
Aun así, la distancia de alcance del flash también es limitada, con lo que a la hora de la verdad sólo lo que está a menos de tres metros de distancia (dependiendo de la visibilidad del agua) aparecerá iluminado en la fotografía.
Macro. La macrofotografía es muy "agradecida" en esta disciplina. La menor distancia con el sujeto redunda en una toma más limpia y en colores más vivos, ya que hay menos agua de por medio y la luz de nuestros flashes llega al motivo fotografiado sin problemas. Además, la densidad del agua y las partículas en suspensión actúan como un freno para la luz, con lo que nos acercaremos siempre todo lo que podamos a la escena.
Respecto al encuadre, es mejor evitar fotografiar a los animales planos, por arriba o desde atrás. La toma un poco más baja y angulada resaltará el volumen y el azul del mar. Las tomas verticales de abajo arriba darán una idea de la profundidad a la que estamos, que es uno de los aspectos a transmitir.
Esta acción debe realizarse cada dos o tres inmersiones, y antes de cerrar la carcasa hay que verificar que en la junta tórica no hay restos de suciedad adherida. Sacar la junta de su alojamiento para engrasarla tampoco es una buena idea, puesto que tarde o temprano acabaría por dilatarse, con el consiguiente riesgo de inundación del equipo. Flotabilidad. Es fundamental tener un buen control de la flotabilidad para conseguir quedarse estático en el momento de fotografiar. Hay que tener en cuenta que no es nada aconsejable apoyarse para sacar las fotos. Además de que el medio marino es muy vulnerable y un coral que dañemos tardaría cientos de años en recuperarse, también podemos tener problemas con animales camuflados que pueden resultar peligrosos. Ni que decir tiene que cambiar las cosas de sitio para mejorar la composición de la foto tampoco es procedente. Y es que ninguna foto es más importante que el medio donde se realiza.
Sin embargo, hay que tener presente que, si estamos fotografiando animales grandes y rápidos, como tiburones o delfines, este sistema puede ser peligroso. En estas circunstancias, el equipo debe de ir solamente sujeto por nuestras manos, puesto que si el animal lo atrapara por cualquier motivo y se alejara con él, tendríamos que poder soltarlo inmediatamente. Hay que tener muy claro antes de sumergirse que nuestra seguridad está por delante del equipo o de la mejor foto que podamos hacer |
La fotografía es el arte y la técnica para obtener imágenes duraderas debidas a la acción de la luz
martes, 14 de agosto de 2012
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